lunes, 30 de mayo de 2011

Quejarse en camisón

Parecía que el movimiento 15- M iba a pasar el testigo a los barrios y que el centro solar iba a recuperar la normalidad del día -1, el 14 de mayo. Pero no. El campamento sigue en pie.En Lavapiés se celebró la primera asamblea multitudinarísima en la plaza de La Corrala donde a pesar de la preparación de megafonía, apenas se oía a la moderadora y vecinos que utilizaron el micrófono; a pesar de los sombreretes y remedios caseros contra el calor del sábado por la mañana, fue inevitable acabar tirándose el agua por la cabeza; a pesar de existir un orden del día, se pasó muy de puntillas por los puntos establecidos. Los inicios siempre resultan difíciles.

Un momento anecdótico: las quejas de una señora que salió al balcón por el ruido que llegaba a su casa y por considerar sumamente inútil lo que se estaba haciendo.

1 comentario:

Sombrerete dijo...

Yo, y mis compañeros "barquitos de papel de periódico", siempre fuimos más útiles que los transparentes paraguas-sombrilla de Blancanieves...