miércoles, 25 de mayo de 2011

¿Prejuicio o preocupación?

Padre alcohólico, o tal vez no, pero lleva una cerveza en la mano y tiene los ojitos rojos. Madre de la olla, o quizás tampoco, pero tiene una mirada desconcertante y se traba al hablar cuando sapos y culebras salen de su boca. Blasfema la vida.

Él, con su lata en una mano, empuja el carrito con la otra. No es un carro de la compra (ojalá); es un cochecito donde duerme una niña de, sumo, 6 meses.

La mujer se para en medio del abarrotado pasillo del metro para hacer una foto a la pequeñina y al hacerlo está a punto de aplastar la mini nariz con la cámara.

Tambaleándose, bajan las escaleras con el coche a cuestas.

- "¿Necesitan ayuda?"

- "No, gracias", contestan.

Pero lo mío en realidad no era una pregunta sino una afirmación.
Al llegar al andén, se van en dirección contraria. A contracorriente.

Adiós, bebé. Y buena suerte.

No hay comentarios: