jueves, 5 de mayo de 2011

Sandwich quijotesco

- En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corred…




- ¡¡¡Cooorten!!! ¿Cómo que en un lugar de la Mancha? Que callen a este pieza.



- ¿Ehhhh? ¿Y eso? Pero si le has elegido tú.



- Pues no lo veo. No encaja. Esto no es lo que tenía en mente. Además es demasiado previsible.



- ¿Previsible el qué? ¿La estrofa? ¿El hidalgo? ¿El perro?



- Es como si… como si ya se hubiera escrito antes. Le voy a dar una vuelta más al texto a ver si salgo con algo. O mira, creo que no continúo.



- Pero ¿qué me estás contando? ¿Y ahora qué hacemos con todo el tinglado, con este despliegue?



- ¡A tomar por culo el rodaje!



- No, un momento. Llevas 11 meses elaborando este proyecto, más otros tantos de negociaciones. Has invertido tu casa, tu coche, horas de sueño y tu melena. Los actores parecían por fin responder como esperabas y, joder, ¡que tienes la Gran Vía cortada! ¿Ahora me enfado y pataleta? Pues tío, me dejas a cuadros escoceses.



- Si no es eso. Si en general hasta ahora estaba muy contento… ¡AU! Me has pisado. En fin, que no lo veo. Según avanzamos siento que voy a dar de comer a la audiencia un bocadillo de nocilla con chorizo. Esto no se lo traga ni Perry Walsh. Oye, me estás pisando la oreja.



- Es ella, que se ha metido debajo de mi zapatilla. Total, no la necesitas ¿para qué quieres oír si nunca escuchas lo que te digo?



- ¡Anda, por dónde sale éste! La verdad es que me gusta tumbarme en el suelo. Me encanta estar con los pies en la tierra y el resto del cuerpo también. Dicen que así estás más cerca de la realidad pero es más bien lo contrario. A no ser que tengas un guisante por cabeza y dos patorras de elefante en vez de piernas humanas desde aquí todo se ve distorsionado. Por cierto, hoy el asfalto parece una plancha princess. ¡Qué calor! High way to hell.



- Se me ocurre que hagamos un descanso. Enchufamos los ventiladores que se lleven los malos augurios y seguimos grabando. ¿Qué te parece la idea? ¿Buena?



- Sinceramente, es lo más absurtis que has dicho desde que te conozco. Que enciendan las farolas y nos largamos. O que las dejen apagadas que tampoco hace falta tanta iluminación de noche, pero que se vaya todo el mundo a casa. O a plantar tulipanes. A mí plin.



- ¡Venga ya! Me niego hasta el infinito: un ocho en horizontal, como tú ahí tirado en la calle.



- ¿Me estás llamando gordo?



- Sí. Y calvo, cobarde gallina capitán de las sardinhas por no querer dar ese medio paso que te queda para poner el punto y final.



- Eso, un puto final. Aunque no debería, y no sé si me quieres entender, te lo explico. Sacar esto adelante ha sido veri jar for mi, yu nou? Ha sido lo que suelen llamar un sueño hecho realidad. Todo empezó cuand…



- ¿Es largo?



- ¿Sabes que a veces te odio mucho? Déjame explayarme. Todo empezó en mi hora de la siesta, entre ronquido y ronquido. En mi mente inconsciente cabalgaba el caballo blanco de Santiago que en realidad era más negro que el tizón pero el jinete era de la cofradía del puño bien prieto, el equus ferus caballus en blanco triplicaba su precio y un baño en titanlux solucionó el problema cromático. Decidí coger las riendas del rocín tuneado y, arre con arre, me puse a escribir como loco, sin ton ni son. En vez de una lluvia de ideas (y bombillas) aquello parecía una tormenta atsunaminada. Después, el guión marcó el escenario y los personajes escogieron sus frases. De lo que viene a continuación has sido testigo directo. La preproducción aceleró mi vejez 30 años y llegó el día del rodaje tan rápido que no me dio tiempo a reaccionar. Ese día es hoy y hasta aquí hemos llegado, compañero. Tengo la extraña y muy agobiante sensación de que esto no me pertenece. Así que no me insistas más, por favor. Mis energías van ya tropezando, y han de caer del todo, sin duda alguna.




- Vale.

1 comentario:

chous dijo...

odio escribir esto,pero ojalà que hagan la mayorìa de directores españoles lo mismo y nos ahorraban tanto rollo!
Eres fantàstica compi!!!