jueves, 25 de febrero de 2010

miércoles, 24 de febrero de 2010

Mi primera leona africana



Este fin de semana voy al Parque Nacional Kruger. Un territorio situado en el país fronterizo, Sudáfrica, con casi la misma extensión que Galicia donde cohabitan (y se codevoran) búfalos, elefantes, jirafas, cebras, rinocerontes, impalas, leones, leopardos, cocodrilos, hipopótamos, pitones, otros reptiles y anfibios, más de ochenta tipos de aves diferentes, ¿sigo? No. El resto de innumerables especies desconocidas del panfleto que tengo entre mis manos nos irá rodeando las dos noches que vamos a dormir dentro de la reserva. Y lo más emocionante de todo: nuestro único refugio será una tienda de campaña de esas redondas y ligeras que se montan solas y luego no las puede doblar ni Rita. Creo que no voy a poder cerrar los ojos tranquilamente hasta el domingo por la noche ya en casa.
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Hasta ahora los leones que he visto aquí no tienen sangre en sus venas. La de la foto es una reproducción que pertenece al Museo Natural al que tengo que volver porque me encantó, porque se llega andando en un periquete y porque la entrada al mismo cuesta lo que un refresco. Además, como de costumbre, lo recorrí yo sola. No hay turistas en Maputo.
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Con la expectativa muy alta, en dos días espero poder ser testigo y no presa de la imagen que mostraba anteriormente y que se describe a continuación (haciendo un clic se amplía y se lee mejor):

martes, 23 de febrero de 2010

Núcleo de Arte

He recibido esta mañana un vídeo desde Perú en el que salía una exposición de Basurama. Pues aquí también aprovechan la basura (las armas) para hacer algo con (más) sentido. Las transforman en arte.


Núcleo de Arte nació de una exposición de pintores portugueses con dicho nombre en el año 1937 cuando la ciudad de Maputo todavía se llamaba Lourenço Marques, (por el comerciante que exploró la zona en el siglo XVI).


Desde entonces, a pesar de momentos de caos que ya ha superado el país (durante la guerra civil de 1975 a 1992 tuvo que cerrar sus puertas), esta fundación y luego asociación, se ha consolidado como punto de encuentro de pintores y escultores tanto mozambiqueños como extranjeros. Uno de sus proyectos ha sido el de utilizar las piezas de minas, rifles y ametralladoras para crear esculturas.

Una vez por semana, por la noche, cuando el sol ha dejado de arder, los músicos suben a tocar. Entonces lo que abrasan son los pies de tanto bailar.

lunes, 22 de febrero de 2010

He visto mi primer león africano


Aterrissagem

Una noche eterna la del 18 de febrero porque no pude dormir absolutamente nada. No fue precisamente una noche en blanco ya que lo único que se veía mirando por la ventana era el negro del cielo y, eso sí, muchísimas estrellas lo cual daba la sensación de estar en una nave espacial camino a Marte. De hecho, hay quien opina que Mozambique es otro planeta.



Llegar a Maputo ha sido avanzar en el tiempo saltándome las estaciones a la torera (¡y olé!). Abrir la puerta y entrar, sin preparación primaveral, en el verano. Calor, calor, calor, 30ºC a la sombra, peligro de pájara. Los pantalones y camisetas de manga larga se van a quedar en el fondo del armario hasta mi vuelta, esto quiere decir, 7 semanas. ¿Es mucho o poco tiempo? Pues casi todo es relativo, pero creo que a mí me va a parecer lo que a un niño de 5 años una tarde en el parque.

Por ahora todo me llama la atención. Para empezar, el portugués, el cual no domino pero me lo invento y ¡funciona! La primera vez que dije: Bom dia, y después, obrigada en el aeropuerto, se me puso esa sonrisita de boba de: “ji, ji, pues ya estoy aquí. Y me han entendido”.
Iré incorporando palabras imprescindibles. Por ejemplo, ciempiés se dice maria café y pueden llegar a ser tan largos como un zapato. O hasta luego que es até ja (hasta ya mismito). Y quizás me anime además a aprender un dialecto de esta región, el shangana, conganas.


Para terminar este principio, una alusión a ese elemento que nos defiende del enemigo que puede provocarnos una mala pasada. La mala pasada se llama malaria. El enemigo, mosquito. Y el elemento: ¡la mosquitera! Su instalación precisa de un buen diestro, una escalera alta e hilo de nailon (o un amigo pescador ya que en las ferreterías nos ha sido imposible encontrar). Si a la tela le añades la raqueta eléctrica efecto fulminante, los sueños serán muy dulces. Eso en teoría, porque mi paranoia llegó con la primera picadura en el brazo y ahora tengo diez.



Tengo mucho más que decir. Contrastes, COLORES, sonrisas, dolores, plantas, sonidos, experiencias.
Pero eso es todo por hoy. Me despido hasta mañana. Hasta más tarde ¡Hasta ya!

jueves, 18 de febrero de 2010

La aventura empieza aquí

Yo: Oye, que siento la impertinencia de antes. He sido bastante borde.
Jack: Y yo la mía. Aunque la verdad es que yo tenía algo de razón.
Yo: Y yo en el fondo también tenía toda la razón.

Ya me puedo ir. Están las disculpas pedidas, la maleta roja preparada (con la mitad del peso permitido en encargos y sabores de esta tierra), mis brazos con puntos que recuerdan los pinchazos de las vacunas y el típico consejo, que aunque sea obvio, me agrada escuchar: "Cuídate".

Esta vez voy al sur, pero que muy al sur. Incluso cambio de hemisferio.
Doce horas de vuelo:
Àfrica.
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Más abajo aún.
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Mozambique.
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Y seguimos bajando.
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Por fín. ¡Maputo!

martes, 16 de febrero de 2010

lunes, 15 de febrero de 2010

Cuando aprenda a hablar

Tienes un año y medio de vida. Sin preguntarte, te ponen una zanahoria en la mano, unas orejas en la cabeza, un pompón en el pantalón y ya te han disfrazado de conejo. Después se ríen de ti (y/o contigo) y te hacen fotos que envían al momento: ¡Qué graciosa la criatura!


Mientras intentas morder la zanahoria con tus dos únicos paletos y tus mini muelas, te das cuenta de lo mucho que te pica la cabeza por culpa de la diadema. Y, agotada de posar, compruebas que no te puedes sentar a jugar para que te dejen en paz, porque la bola que te han cosido a modo de rabo duplica el tamaño del dodotis.

Te pones a correr en círculos haciendo palanca para quitarte todo de encima. Ellos se ríen. A ti te pica, te aprieta y te hace daño. Molestan las risas y molesta el disfraz. Sigues haciendo esfuerzos inútiles con las manos. Ellos ríen aún más mirando tus mofletes rojos como tomates para gazpacho y comentan: Es Pequeña Miss Sunshine.

Tú aún no sabes hablar pero sí pensar: Quien ríe el último…

martes, 2 de febrero de 2010

Uno y cero

Dos camisetas. No, tres. Tres en total. Jersey de cuello alto. Cazadora. Abrigo. Bufanda. Medias. Calcetines. Leggins. Pantalón corto. Vaqueros largos. Botas altas.

Esas capas superpuestas llevaba para liberar peso de mi maleta que facturé victoriosa a pesar de la advertencia de la azafata: La próxima vez tenga cuidado con el peso. A lo que yo dejé caer un chiste fuera de lugar: Tampoco estoy mal del todo.

Y así, recordando mi última comida en el Arcadi rodeada de mi familia belga, con mil pensamientos en mente, y acompañada al aeropuerto por mari(d)a y padrinos, dejé Bruselas como una magdaelena.

Desde entonces, en dos días, en Madrid no han dejado de pasarme cosas que se resumen rápidamente:

1) Concierto de primo Solo con reencuentros, sorpresas en directo y canción dedicada.

2) Boda de amigo o pareja de hecho o de hecho ya son pareja.

3) Extracción de muela del juicio final con mareo incluido y reanimación del Dr. Amor. Mi dentista es un tipo de unos treina años, es guapo, es simpático, es quien me devolvió el conocimiento, y es dentista. Y no tengo claro si es por el enamoramiento o por estar aún un poco ida, pero al salir al pasillo, en el letrero donde ponía alergia yo leí alegría.

4) Aparición de chico en el metro que me regala una foto muy original en blanco y negro, y luego cambia de vagón:

Yo: Muchas gracias. ¿La has hecho tú?

Él, sonriendo: Sí.

Yo: Muchas gracias…

Lo hace justo después de una carcajada que suelto mientras leo historias de mi corresponsal del Principado de Asturias:

"No sé si te lo había contado pero he descubierto el maravilloso mundo del Pilates.Uno de Tineo siempre me pregunta qué tal me va en filetes (…) Otro le pregunta a Omar a la hora de pagar cuántos ebros son, y a otra le han puesto una cocina nueva pero se queja del lavavajillas porque dice que no vale pa nada que ella es más rápida fregando y que la vitro tampoco porque pa un bizcocho que hizo se le quemó.

Dicen que la vida de los pueblos es aburrida pero ya se encargan ellos de que no lo sea. Dicen que aquí todo es más lento, pero si tienes un buen chisme ni el mejor facebook, corre como la pólvora. Y luego están esas putadas inofensivas entre vecinos que salan sus vidas como la de uno que le robó unas cuantas gallinas a otro y tuvo la desfachatez de vendérselas luego porque, ¡pobre vecino!, no iba a estar con tan pocas gallinas. O a otro que se lo llevaban de fiesta a un puticlub y lo dejaron abandonado en medio de la carretera una hora."

Termino añadiendo varios descubrimientos:

  • Me molesta mucho el sol.
  • Las calles de esta ciudad son interminables.
  • Sus obras también.
  • Hay tres vecinos menos en mi edificio y dos más.
  • Me he acercado a una agencia de trabajo y ya no existía. Me ha dicho el portero, mirándome como si le hubiera pedido un sándwich mixto sin jamón ni queso, que llevaba un año en otra dirección.
  • El metro viene por la derecha.
  • En la Gran Vía las tiendas de ropa se han comido con palomitas varios cines de los de verdad.
  • Han cerrado muchos comercios pero hay bastantes bares nuevos.
  • La gastronomía sigue obligándome a chuparme los dedos.
  • El cielo es azul azul. Esto tampoco ha cambiado.