martes, 29 de diciembre de 2009

Adiós 2009

Antes de inaugurar una carpeta titulada Fotos 2010 en el ordenador, antes de colgar el nuevo calendario anual, antes de ver que TVE suprime los anuncios, y antes de pensar cuáles van a ser las promesas que voy a cumplir el año que llega, he decidido acabar el 2009 con una buena acción. Donando sangre.

Me levanto, desayuno y me dirijo al hospital. No hay nadie esperando. Relleno el formulario y me miden la tensión arterial. Resultado: demasiado baja. Me recomiendan regresar más tarde.

Después de un reencuentro con las patas, después de comer en un italiano con expresso de postre, y después de organizar un viaje a Pirineos, el subidón creo que ha puesto mi tensión a punto.

Vuelvo a la clínica y, una vez más, completo la hoja con mis datos pero ahora mucho más rápido que esta mañana. Hay 3 personas y yo acabo la primera. Estiro el brazo y, ¡SÍ! me dejan pasar a camilla. Allí me siento con una coca cola en mano derecha mientras la izquierda aprieta la pelota de gomaespuma. No han pasado más de dos minutos cuando la máquina empieza a hacer bip bip. El hombre me recoloca la aguja que está clavada en brazo y me dice que no deje de abrir y cerrar el puño. La máquina que hace bip, sigue haciendo bip bip bip. Mi brazo se empieza a dormir y mi cuerpo a flaquear. Hemos pillado una vena muy finita y no sale bien, me dicen. ¿Probamos con el otro brazo? Pregunto. Aunque en el fondo hoy ya no quiero seguir intentándolo. No, no te quedes, me aconsejan, ven la próxima semana.

La enfermera me desengancha, me quita el tubo. Luego, no cierra bien la bolsa con la (poca) sangre que contiene y se le cae al suelo. Con unas servilletas la recoge a medias para ir rápidamente a atender al señor de al lado que entre tanto ha acabado de donar sin ninguna dificultad.

Termino mi bebida y me voy mirando de reojo esa lamentable imagen. Mi sangre esparcida por las baldosas blancas.

Adiós 2009. En el 2010 ni una gota desperdiciada.

viernes, 18 de diciembre de 2009

jueves, 17 de diciembre de 2009

Primera gran nevada

Primera gran nevada del invierno 2009 en Bruxelles City. Caos en la ciudad y semáforo anunciando que se acerca la mujer de rojo.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Un crucifijo, un spray urticante a la guindilla y un puzón de plástico

Eso es lo que llevaba preparado el agresor de Berlusconi en su bolsillo por si fallaba la mini catedral de Milán que le estampó en la cara ayer por la noche. Y, debido a la asombrosa puntería del atacante, llevo todo el día tragándome esas desagradables imágenes ensangrentadas que la BBC difunde en bucle.

El sábado estuve en la exposición Still Life (en el Bozar, Bruselas) e hice esta foto de un poster con un montón de objetos de toda clase. Le diría al señor Berlus que tuviera cuidado porque todos ellos caben en un bolsillo. Incluso el puño.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Guau

Tienen clase y ellas lo saben. Las mujeres de Amberes se pasean por la zona de compras De Keyserlei con sus faldas, botas altas y sus cuerpos larguísimos. Viven en esta capital de la moda que cuenta con el Instituto de Moda de Flandes (FFI), La Real Academia de Bellas Artes, el Museo de la Moda (MoMu) y una librería especializada en el mundo de la confección.

También ellos tienen estilo aunque no lo saben. Los perros visten bien y caro. Se les ve meneando el rabo que sale por el agujero de su conjunto que, en caso de estar diseñado para mí, proporcionalmente me costaría 1000 euros. Un caprichín.