jueves, 15 de septiembre de 2011

La marcha verde

Treinta niños estrujados dentro de un carromato tirado por un burro. Ese es el dibujo que colgaba ayer de la espalda de esta (imagino) profesora. Pasé por delante demasiado acelerada como para pedirle que me lo interpretara. ¿Ese pelotón de niños  hace que sea imposible mover el carro? ¿Quiere decir que la educación así no avanza, se estanca? 
Y como en una manifestación el lenguaje corporal lo es todo, llevar la camiseta al revés ¿es un modo de decir que hay que dar la vuelta al sistema educativo? (¿o simplemente le pica la etiqueta?) 


Ayer, miles de personas de verde, padres, madres, alumnos, docentes, volvieron a tomar las calles de Madrid para expresar su malestar contra el recorte que ha llevado a cabo la Consejería de Educación y Empleo de la Comunidad. Enormes tijeras sobresalían por encima de las cabezas mostrando su oposición  al descabellado ajuste de presupuesto. 


Cuando yo hacía recortables en casa guardaba el papel sobrante para hacer marionetas de papel maché. ¿Qué hace el gobierno regional con  la(s) viruta(s)?  

De los corrillos que se formaron en el punto de inicio junto a la escultura de Velázquez (que no perdía ojo y movía veloz su pincel intentando retratar todo cuanto pasaba por delante de él) se oía: "Soy profesor de matemáticas y me toca dar dibujo y religión. No hay que aumentar la calidad de la formación de los maestros sino, en todo caso, la cantidad"; "Suman horas lectivas a la semana sin contemplar que esto conlleva más tiempo antes, para preparación de materia y después, para la corrección de exámenes."; "¿Privatizar los colegios?: ¡es el colmo!"


La Educación no es gasto, es inversión. Y es la base del progreso de una sociedad. Sobra decirlo.   

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