La gran mayoría viene de Valencia, el resto de Madrid, y en Humanes se encuentran los 14 tíos del grupo Los Inhumanos, a los que se les conoce por sus grandes éxitos de entonces (¿y de ahora?): Me duele la cara de ser tan guapo, Manué no te arrimé a la paré o Las chicas no tienen pilila, así como su particular versión de Paquito el chocolatero.
El conjunto, con plantilla renovada desde que comenzó en los años 80, se viste con túnicas blancas y zapatillas deportivas que les servirán para dar saltos, hacer el moñas, y conseguir que los 700 espectadores sigan sus coreografías. Su única pretensión es hacer que todo el mundo se lo pase bien ya sea echando mano del chiste fácil, soltando globos gigantes o tirando confeti.
Detrás del biombo, al lado de la botella de whisky, la de agua y las latas de cerveza, un bolsón de disfraces y juguetes, les surte de complementos para decorar cada canción. Pero también recurren al público para animar el chow: Que suban las chicas (entre ellas, la joven concejala de Cultura y Festejos); Que suban los niños, (¡que bajen al niño que llora!)
Y, al contrario de lo que yo me imaginaba, no todos tocan un instrumento. Un teclista, un bajista, un baterista, un guitarrista y una característica voz principal, son los únicos conectados a la línea de sonido. Los demás les a compañan a capela a cabando a fónicos después de dos horas de tute.
El conjunto, con plantilla renovada desde que comenzó en los años 80, se viste con túnicas blancas y zapatillas deportivas que les servirán para dar saltos, hacer el moñas, y conseguir que los 700 espectadores sigan sus coreografías. Su única pretensión es hacer que todo el mundo se lo pase bien ya sea echando mano del chiste fácil, soltando globos gigantes o tirando confeti.
Detrás del biombo, al lado de la botella de whisky, la de agua y las latas de cerveza, un bolsón de disfraces y juguetes, les surte de complementos para decorar cada canción. Pero también recurren al público para animar el chow: Que suban las chicas (entre ellas, la joven concejala de Cultura y Festejos); Que suban los niños, (¡que bajen al niño que llora!)
Y, al contrario de lo que yo me imaginaba, no todos tocan un instrumento. Un teclista, un bajista, un baterista, un guitarrista y una característica voz principal, son los únicos conectados a la línea de sonido. Los demás les a compañan a capela a cabando a fónicos después de dos horas de tute.
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