Conversación de bar
Yo: Pues… está bien este sitio. Con la música así variada y tal. Muchos temazos.
El: Sí, está chulo… Entonces, ¿tú qué haces en esta ciudad? ¿Cuándo has venido? ¿Hasta cuándo te quedas?
Ya estoy de vuelta. Me he encontrado una ciudad helada. Parecemos esas bolsas de congelados rígidas llenas de pliegues: encogemos y arrugamos la cara para ver si así la piel más junta se da calor.
El: Sí, está chulo… Entonces, ¿tú qué haces en esta ciudad? ¿Cuándo has venido? ¿Hasta cuándo te quedas?
Ya estoy de vuelta. Me he encontrado una ciudad helada. Parecemos esas bolsas de congelados rígidas llenas de pliegues: encogemos y arrugamos la cara para ver si así la piel más junta se da calor.
Hemos tenido que aprender a andar sobre el hielo y la nieve. Anoche un amigo intentaba salvarnos de los resbalones preocupado porque ya había visto alguna persona en el suelo. Por cierto, esto de encontrarme gente caída me tiene algo obsesionada desde que estas navidades me dieron un cursillo informal sobre asistencia de paradas cardiorrespiratorias y las últimas palabras del doctor fueron: las semanas después de dar este tipo de cursillos siempre algún alumno tiene que asistir a una persona. Suerte!
Prefiero que no me toque a mí pero en el fondo entiendo que para que te den el diploma, la teoría se complemente con la práctica. Una práctica que llega de forma inesperada.
Conversación de bar
Yo: ¿Hasta cuándo me quedo? Ni idea.
El: Se está a gusto aquí.
Yo: Sí... ¿Bailas?
El: Claro!
Yo: Vale, pero si nos cansamos mucho, descansamos, respiramos bien y asi no hay incidentes y nuestro corazón está contento.... (Creo que no supo interpretar lo que yo quise comunicar).
1 comentario:
Que tengas buen comienzo. Enzo.
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