miércoles, 15 de octubre de 2008

Problemas de vecinazgo vecinismo vecinaje vecinamiento

Fatal, fatal, fatal. He llegado a mi nueva casa y ya he recibido una agresión a mis obras de arte.

Los hechos.
Jueves día 9 de este mes a las 15 horas.
Para felicitar a un amigo le hago un cartel que pego en nuestra puerta del ascensor de manera que cuando se llega a mi piso, pueda leerse. Teniendo en cuenta que vivo en un quinto piso y somos dos las unicas que vivimos en él, a nadie tiene por qué molestarle. Además, era un póster precioso.

Sábado 12 a las 20 horas.
Llegamos de la calle y nos encontramos la felicitación convertida en una bola de papel cruelmente arrugada en la puerta de casa.

La investigación. Búsqueda de culpables.
Por ahora hemos hecho un croquis y, al igual que en una película que he visto recientemente, hemos tenido que ir a comprar el Cluedo para que nos ayude con la investigación pero nos faltan demasiados datos.

Sabemos que en el cuarto piso vive la presidenta de la comunidad. Una mujer muy marimandona a quien le gusta dejar cartelitos de advertencia de todo tipo (cerrar bien la puerta del ascensor, sacar la basura cuando se debe, respetar la tranquilidad de los vecinos, comer dos piezas de fruta todos los días, etc.) Frente a ella, una chica joven con una niña de unos seis años que nos dio las claves de dónde comprar cerraduras baratas.
En el bajo, dos polacos veinteañeros. Mi única relación con ellos fue fantasmagórica. Yo salía del ascensor con unos alicates para arreglar mi vida y la puerta se abrió sola. El chaval llevaba un paquete de beicon para arreglar su pasta. Él gritó por mis enormes alicates y yo por su gelatinoso beicon.
En el tercero viven dos señoras. Una de ella es pintora y ha dejado en el portal flyers de una exposición suya.

Caso abierto.
Nos faltan muchos vecinos, muchos cabos sueltos como para empezar a acusar. Yo he pensado en ir con galletitas puerta por puerta para presentarme y decir: soy la nueva vecina y le invito a mi fiesta de bienvenida. Si suben al quinto verán un cartel con el lugar y la hora…
A ver qué cara ponen. Estaré ojo avizor por si se les frunce el ceño.

2 comentarios:

Anux dijo...

Hipótesis Marsellesas. Efectivamente aún tenemos muchas incógnitas. Nosotros nos preguntamos: ¿quién mueve los hilos del polaco del bacon?creemos que es el otro polaco que presuntamente le ordenó quitar el cartel. Otra hipótesis es que es tu querido compañero, con su cara de no haber roto un plato: no le gusta cumplir años, y mucho menos que se enteren los vecinos.(Anux,Gertru,Piñón)

Moi dijo...

Hipótesis Bruseleña. Hay otra presunta culpable que no conocía y que podría estar dentro de alguna interrogación. Canta ópera. Y molesta mucho. Repito. Molesta.