jueves, 28 de agosto de 2008

Segundo día en Belgrado

Es mi segundo día en Belgrado. Hemos visitado la fortaleza de Kalemegdan desde donde se ve… ¡¡El Amazonas!! No, pero casi. Es el Danubio devorando a otro río casi tan grande como él, el Šabac. Entre medias hay una isla en la que vive una especie de ave única en el mundo. He ido a nado con mi cazamariposas (por lo visto es un pájaro pequeño) y alguna que otra trampa casera. Al llegar a la otra orilla me he puesto a explorar como loca. Mi ambición era traerme a España una pareja que procreara. Pero soy nueva en el tema (en el tema de la caza y la procreación) y no he tenido éxito.
Después de todo un día bajo el calorazo, la noche nos ha llevado a barco con música buenísima. Y más tarde de camino a casa, hemos comprado algo obligado si vas a los Balcanes: burek (algo parecido a la empanada rellena de queso o carne bastante grasienta) y yogurt para beber. Nos lo hemos llevado a un parque y nos lo hemos comido sentados en un banco. Para mí ver césped va unido a sentarme en él. Y no es que esté prohibido pero sentarse en el suelo no es para nada un hábito en estos territorios. Ello quedaría constatado al mirarme raro cuando en Croacia volví a intentarlo sentándome en un jardín que me llamaba. Pequeños detalles o manías de cada uno, supongo.
En ese parque, respirando plantas aromáticas, nos hemos muerto de risa y así de muertos hemos subido al paraíso. Los chicos de detrás han querido unirse y se han puesto a cantar Knock knock knocking on heaven´s door.

No hay comentarios: