domingo, 25 de octubre de 2009

Vida de cabaret


Una hora y veintidós minutos de tren me separan de París. Aprovecho ese tiempo para prepararme lo que voy a decir cuando llame al telefonillo del Moulin Rouge. Da igual. Diga lo que diga, me invitarán a entrar en el mundo del cabaret. Saltaré en un cuadro de Toulouse Lautrec: ¡alehop!

1 comentario:

chous dijo...

Siempre captas las sutilezas de tu vida,es genial. Me encanta la sombra enrejada en tus medias azules,jejeje