Ayer se volvieron a encontrar nuestros representantes de gobierno aquí en Bruselas, para algunos la capital de Europa. Para otros, que incluso la elevan un peldaño, el corazón de la Unión Europea. ¿Y qué pasa si el corazón no palpita? Porque ayer palpitó poco... Pues para conocer los porqués ya trabajamos los medios de comunicación: todo está publicado y emitido. (En la sala de prensa española se aprovechó la presencia del presidente para interpelarle, como de costumbre, sobre política nacional).
Sin embargo, lo que me pasó a mí solo lo sé yo. Bueno, yo y el chico de Tele 5 que me llamó de Madrid. Y su jefa. Y, Sonia, mi periodista. Sí, un día más, hice de su productora.
Ocurrió rápido.
Recibo una llamada de Madrid.
Menganito: Hola soy Menganito de Tele 5. Estamos listos.
Yo: Perdona, ¿qué dices?
Menganito: Son las dos menos un minuto y estamos listos para recibir el envío.
Yo: ¿¿Qué envío??
Menganito: El de las dos.
Yo: ¿Seguro? Sonia no me ha confirmado nada. Espera, que cuelgo y subo a preguntarla.
Sonia: sí, sí, claro, el envío de las dos.
Yo: no lo podemos posponer ,¿no?
Sonia: no, corre porque hay que hacerlo ya.
No corrí. Volé. Volé gracias a los zapatos mágicos que me había regalado mi (hada) madrina. Del nivel cero bajé al menos dos. Entré en nuestro cuartito de montaje. Rebobiné una cinta. Mierda, esta no es. Cogí otra: ¡Guay! Subí corriendo, perdón, volando.
Ocurrió rápido.
Recibo una llamada de Madrid.
Menganito: Hola soy Menganito de Tele 5. Estamos listos.
Yo: Perdona, ¿qué dices?
Menganito: Son las dos menos un minuto y estamos listos para recibir el envío.
Yo: ¿¿Qué envío??
Menganito: El de las dos.
Yo: ¿Seguro? Sonia no me ha confirmado nada. Espera, que cuelgo y subo a preguntarla.
Sonia: sí, sí, claro, el envío de las dos.
Yo: no lo podemos posponer ,¿no?
Sonia: no, corre porque hay que hacerlo ya.
No corrí. Volé. Volé gracias a los zapatos mágicos que me había regalado mi (hada) madrina. Del nivel cero bajé al menos dos. Entré en nuestro cuartito de montaje. Rebobiné una cinta. Mierda, esta no es. Cogí otra: ¡Guay! Subí corriendo, perdón, volando.
Me llama la jefa de Menganito (que por el hecho de ser jefa, es mucho más borde):
Jefa de Menganito: me estoy comiendo el envío.
Yo: llego enseguida.
Atravieso el hall de entrada del Consejo lleno de mesas donde están todos los periodistas. Salgo a la calle donde está aparcado el camión satélite. Meto la cinta. Llamo a Tele 5.
Yo: ok, ya estoy lista. Lanzo.
Doy a play.
Yo: ¿Os llega bien? ¿Que suba el sonido?
Dirigiéndome a los técnicos del camión (en inglés, que son flamencos): un poco más alto el audio dos.
Cinco minutos más tarde:
Menganito: Ok, recibido todo bien. Muchas gracias.
Y todo porque la información no había circulado. O lo había hecho sin pararse en una persona clave: yo.
Jefa de Menganito: me estoy comiendo el envío.
Yo: llego enseguida.
Atravieso el hall de entrada del Consejo lleno de mesas donde están todos los periodistas. Salgo a la calle donde está aparcado el camión satélite. Meto la cinta. Llamo a Tele 5.
Yo: ok, ya estoy lista. Lanzo.
Doy a play.
Yo: ¿Os llega bien? ¿Que suba el sonido?
Dirigiéndome a los técnicos del camión (en inglés, que son flamencos): un poco más alto el audio dos.
Cinco minutos más tarde:
Menganito: Ok, recibido todo bien. Muchas gracias.
Y todo porque la información no había circulado. O lo había hecho sin pararse en una persona clave: yo.
El episodio acabó bien pero cuando hay prisas las cosas que pueden fallar se multiplican porque no hay tiempo disponible para solucionarlas. ¿Qué podría haber ido mal? Que no hubiera encontrado la cinta, que se hubiera caído por un agujero negro, que me hubiera torcido el tobillo y tuviera que haber ido arrastras con los brazos cual herido en combate, que la puerta de salida se hubiera atascado, que en la calle me hubiera bloqueado un desfile de carnaval (o Halloween, más propio de estas fechas) o que me hubiera secuestrado un marciano y no hubiera tenido tiempo para convencerle de abducirme otro día (negociar con cabezotas es dificilísimo).