jueves, 16 de junio de 2011

Serendipity!

La única manera de perder la memoria, hace años, se relacionaba con la incapacidad de retener información en la mente. Con la imposibilidad de archivar bien ese contenido para localizarlo luego de forma precisa y eficaz.

Ahora una memoria puede ser flash: un pedacito de plástico ligero, resistente y versátil, capaz de almacenar todo tipo de datos. Perder la memoria hoy en día se debe a una cuestión de descuido, mala suerte o simple robo. Eso nos pasó ayer en el cine cuando: Toma, te he traído las fotos del finde. Pero antes de llegar a mis manos, debió caer en el envase de palomitas y, en un bocado formado por palomita + tarjeta + palomita, la colección de recuerdos se insertó directamente en mi estómago.

Así que ahora vivo con una memoria en la cabeza y otra (llena de buitres leonados y good vibrations) en la tripa.

1 comentario:

fatima dijo...

con la memoria en el estomago...espero que no te de por comer de todo para saciarla. porque ¿Como se vacía la memoria de la barriga? Sólo se me ocurre una manera! Por favor, revela esas fotos