domingo, 31 de octubre de 2010

Espiral de energía sideral

Sigo centrada en el experimento The Poch Bitch Project. Pero una semana de trabajo aislada en la nave poligonera se compensa con dos noches de baile hasta romper las botas, un email balcánico que me ha entretenido bastante, y una Beautiful película en lo que será el centro neurálgico de la próxima jam pluridisciplinar primavera 2011.

Viernes noche, elegir el vestido rojo para acompañar el regalo de Tim Burton dentro del ferétro hecho en cartón bebeuvea fue una buena idea teniendo en cuenta que el lugar que nos acogió para tal entrega fue de lo más taurino que haya pisado jamás. Las jarras de sangría bajan de nivel y ¿qué ocurre? Que rediseñamos el menú de la pizarra: tendrán de segundo Estofado de lengua y que aunque sea Halloween, entra un tío vestido de gallo que se niega a escuchar el chiste de ¿Qué le dice un pollo a un pato?

Un grupo se separa de forma sideral. Otro, el de Lavapiés, se guarece dentro de un taxi (dejando pendiente una cena en San Francisco in english). El último cuarteto, cual langostas con tirantes, llega nadando hasta el garo o el garito, o el garitazo a cantar como nunca canciones de siempre.


Hoy, un día lluvioso muy bruxelloise nos quitamos la idea de ir de cuquisetas. Aun así, cojo el tren para ver a los chiquillos. En la segunda estación una señora asmática me dice que si le regalo un trocito de pulmón. Solo un trocito pequeño, insiste sonriendo. Su carro de la compra está suelto y al frenar la locomotora, el carrito escocés viene hacia mí. Le paro y se lo devuelvo a la mujer. Es que quiere ir contigo; se ha enamorado de ti, me dice. Me río, me despido y ella me da las gracias. Apunto en la agenda de la próxima semana: donar sangre.
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Llego a mi destino donde el plan es un cineforum pero un quera no quiere quedarse. Nos reímos a destiempo por culpa de los subtítulos. Disfrutamos viendo una peli nevada de principio a fin y descubro que a Ema Thurman escuchar cuatro palabras (Good night sweet girl) de su chico le basta para volver con él a Chicago.

A nosotros nos basta con coger la carretera de la Coruña dirección contraria a Galicia para volver al barrio. Teníamos entradas para un concierto. Esta noche, en la que ganamos una hora, aplaudo a (= meto entre mis manos la cabeza de) Muchachito que no es un infierno sino una máquina de de generar energía en tabletas. El termoscopio que construyó Galileo mide el calor de la sala y llega a la conclusión de que el oxígeno se ha consumido y de que al togonino le chorrea ya la camiseta. Lo hemos dado absolutamente todo (menos los pulmones: hoy no nos sabíamos las letras).

A estas horas y en pijama, necesitaba conectarme a internet para comprobar si tenía noticias de Croacia de última hora. Pero nada. Niente. No news good news, dicen los intérpretes del silencio.
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Como dice la rubia de la peli: Buenas noches, sweet night.

1 comentario:

Uma Thurman dijo...

Cien por cien....

Quien es esa chica vestida de rojo
que baila la pista mueve sus caderas y cierra los ojos,
celebre, sonriendo, cantando y bailando con gracia y ternura
y todos la miran porq ella se mueve con gran sabrosura,
la chica de rojo la llaman
los hombres con mucha razon
porq a mas de uno le a robado todo el corazon

Diezmil tios se lo pierden...