Se palpa. Se ve. Ya es verano. Fin de curso y vacaciones a la vista. Por las tardes, las terrazas se expanden hasta pisar el asfalto. Los trams, a rebosar, tienen que parar constantemente por la cantidad de gente que hay en la calle. No comprenden que un peatón belga solo puede deambular en sandalias unos pocos días al año.
Por las mañanas, las excursiones escolares. Los niños hacen filas con sus gorras blancas y chalecos fosforitos hasta los pies (look que será comentado dentro de unos años en sus perfiles facebook).
En general, sonrisas que caminan comiendo helados de nombres tipo Satélite o Super Bombón triplemente caramelizado.
De repente todo está en la calle mucho más visible que de costumbre. Menos ella. Ella es inquietante porque te ve a ti pero no viceversa. Ella es un cuerpo tapado completamente de negro o morado opaco que habla por teléfono y que lleva a sus niños de la mano. Que se baja del cochazo con su marido. Que espera delante de mí para comprar dos barras de pan normal y una integral…
1 comentario:
Estoy a la espera de la entrada del Couleur Café!!
Besines calurosos
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