Como un cubo de Rubik que alguien consigue formar, en mi vida todo se va poniendo en su sitio. Y yo sigo creciendo entre sombras y claros en este popurrí de personas, lugares, mapas mudos, sueños (conscientes e inconscientes), palos (en ambas direcciones), ideas en carboncillo, marcapasos, violines y flautas traveseras, diálogos "Hola, ¿qué tal? Muy bien, ¿y tú? No tanto", olores a jabón lavanda y cáscara de naranja, y hasta fuegos artificiales reflejados en la fachada de un edificio de cristal.
1 comentario:
el por qué de las cosas no es siempre evidente de inmediato, sin embargo con el tiempo te das cuenta de que todo encaja... como en el cubo de rubik... miles de besitos, sufridora
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