jueves, 28 de abril de 2011
Oh Porto de noite
miércoles, 13 de abril de 2011
El día que cambié de trabajo
- "Un momento, un momento. No tan deprisa señor bombín. ¿Dónde pensaba llamar?"
Franc - "¿Eh? Voy al sext... pero yo no debo..."
- "Anda, mire, deme el maletín que ya me ocupo yo de que reine la justicia en este mundo gañán. Pero antes, cuénteme, ¿a quién busca y... por qué?"
Franc - "Como comprenderá, esa información es confidencial. No se lo puedo contar".
- "Vamos, no me venga con comeduras de flexicoco y ralladas varias, que eso del respeto a la privacidad es basura. Que ahora se va a poner a dar gritos, a llamar a porrazos a la puerta mientras recita la lista de deudas pendientes para deleite de los vecinos y vecinas a quienes, en el fondo fondo fondo, les encanta este tipo de movida madrileña y se van a turnar su mirilla ojo de pez para ver cómo se desarrolla el espectáculo mientras preparan el bol de palomitas de mantequilla. Y no me niegue que le encanta ser secretamente observado, que por algún motivo se plancha el frac, saca brillo a sus mocasines y repasa las letras blancas de la maleta: pura entrega a su público."
Franc - "Razón no le falta. Yo lo único que pretendía con este empleo es que me fotografiara alguien para que viera mi abuela lo bien que me va la pajarita."
- "Con mucho gusto me presto y, ahora, si ud además del maletín me regala su atuendo, le invito a una torrija".
Dicho y hecho.